Casa Palacio de Don Diego Quebrado

Edificio del año 1714, consta de dos plantas y su portada es de estilo barroco.

Edificio que perteneció a Don Diego Quebrado y a su esposa Doña Mariana de la calle. Se trata de uno de los palacios más importantes de El Coronil, construido en 1714 tras la boda entre Diego Quebrado de León y Carvajal y María Ana de la Calle y Castilla. A la muerte del noble, en 1771, pasó por su testamento a Escuelas Pías de la Madre de Dios.

La adaptación a escuela gratuita de esta congregación significó la remodelación del edificio. La fachada adquirió tonos barrocos, realzándose la bicromía de color con los elementos estructurales e instalando en la portada un azulejo de la Inmaculada Concepción y una custodia con el Santísimo, símbolo de la Hermandad Sacramental de Utrera.

Las sucesivas desamortizaciones pasaron al ayuntamiento la propiedad y gestión escolar, reflejándose en una placa en el zaguán su remodelación en 1889. En esta reforma se expropiaron algunas viviendas anexas con la que se amplió la estructura y el patio central adquirió forma de L.

En 1975 el colegio se trasladó a otras instalaciones utilizándose el palacio como guardería, centro de salud, local de la peña flamenca y local de reuniones.

En 1998 se ha convertido en Casa de la Cultura acogiendo, además de la Biblioteca Municipal, una sala de exposiciones, un salón de actos, varias aulas para cursos de formación, la sede de la peña flamenca "La Reja" y varias escuelas municipales.

A pesar de no tener un aparcamiento habilitado y de la estrechez de las calles adyacentes no resulta complicado dejar el vehículo cerca. Exteriormente llama la atención que en la fachada principal no exista el clásico balcón señorial, así como la cruz que se halla en la esquina colocada en 1675 para servir de estación en los Vía Crucis.

En el zaguán está la recepción y una gran maqueta de la Plaza de España de Sevilla. Un poco más allá comienza el largo patio, con dos galerías alrededor. En una de sus esquinas la escalinata señorial con una cúpula. Desde el patio se contempla un reloj de sol.